Habits of Grace: March 23, 2020: Pandemic

As we learn how to adjust our lives given the reality of the coronavirus and the request to do our part to slow its spread by practicing social distancing, I invite you to join me each week to take a moment to cultivate a ‘habit of grace.’ A new video meditation will be posted on Mondays through May. These meditations can be watched at any time by clicking here.

March 23, 2020:  Pandemic

Hello. This past week I came across two passages, one from the Bible, one a poem. The one in the Bible, I was just reading through parts of Matthew’s gospel and was reading through the Sermon on the Mount and got to chapter seven where Jesus says, “Do unto others as you would have them do unto you.”

In this time when we are all called to physically distance from each other, physical, not social, but physical isolation for the good of each other. I’m mindful of the words of Jesus when he said, “Do unto others as you would have them do unto you.” Maybe that’s a frame for having to live in a time of physical isolation.

The other thing that I came across was a poem. It was in an email from Thistle Farms, a ministry that many of us know, led by Becca Stevens. It was a poem called Pandemic*. It’s by a poet named Lynn Ungar, who’s also an ordained minister, and in the poem she says:

What if you thought of it
as the Jews consider the Sabbath—
the most sacred of times?
Cease from travel.
Cease from buying and selling.
Give up, just for now,
on trying to make the world
different than it is.
Sing. Pray. Touch only those
to whom you commit your life.
Center down.

And when your body has become still,
reach out with your heart.
Know that we are connected
in ways that are terrifying and beautiful.
(You could hardly deny it now.)
Know that our lives
are in one another’s hands.
(Surely, that has become clear.)
Do not reach out your hands.
Reach out your heart.
Reach out your words.
Reach out all the tendrils
of compassion that move, invisibly,
where we cannot touch.

Promise this world your love–
for better or for worse,
in sickness and in health,
so long as we all shall live.

Have a blessed week. God love you and keep the faith.

*Used with permission of the author

Hábitos de gracia: 23 de marzo de 2020:  Pandemia

March 23, 2020

«Mientras aprendemos a ajustar nuestras vidas dada la realidad del coronavirus y atendemos la solicitud de hacer nuestra parte para frenar su propagación practicando el distanciamiento social, les invito a que se unan a mí cada semana para dedicar un momento a cultivar un hábito de gracia». Una nueva meditación se publicará todos los lunes hasta mayo.

23 de marzo de 2020:  Pandemia

Saludos. La semana pasada me encontré con dos pasajes: uno de la Biblia; otro, un poema. En el que está en la Biblia, estaba leyendo partes del evangelio de Mateo y leí el Sermón del Monte y llegué al capítulo siete donde Jesús dice: “traten a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes”.

En este momento, en que todos somos llamados a distanciarnos físicamente los unos de los otros, aislamiento físico, no social, para el bien mutuo; estoy atento a las palabras de Jesús cuando dijo: “traten a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes”. Tal vez sea un marco en que vivir en un momento de aislamiento físico.

La otra cosa que encontré fue un poema. Fue en un correo electrónico de Thistle Farms [Granjas de cardos], un ministerio que muchos de nosotros conocemos, dirigido por Becca Stevens. Era un poema titulado Pandemia. Es de una poeta llamada Lynn Ungar, que también es ministra ordenada, y en el poema dice:

¿Qué pasaría si la tomaras
tal como los judíos contemplan el sabat:
la ocasión más sagrada?
Cesa de viajar.
Cesa de comprar y de vender.
Renuncia, por ahora,
a tratar de hacer el mundo
distinto de lo que es.
Canta. Reza. Toca tan sólo a aquellos
con los que has comprometido tu vida.
Céntrate. 

Y cuando tu cuerpo se haya quedado quieto,
Extiende el corazón.
Sabe que estamos conectados
De maneras que son bellas y aterradoras.
(Difícilmente podrías negarlo ahora).
Sabe que nuestras vidas
Están en otras manos.
(Seguramente, ya te ha quedado claro)
No extiendas tus manos.
Extiende el corazón.
Extiende las palabras.
Extiende todas las ramillas
de la compasión que llegan, invisiblemente,
adonde no alcanzamos.

Prométele a este mundo tu amor:
sea mejor o peor,
en la enfermedad y en la salud,
mientras todos vivamos.

Que tengan una semana bendita. Dios los ama y guarden la fe.

Usado con permiso del autor

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