Estudio Bíblico

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Estudio Bíblico: Propio 11 (B) – 2018

July 23, 2018


2 Samuel 7:1-14a

Los episcopales somos muy dados a construir hermosas iglesias como lugares de culto y gastar cantidades considerables de dinero para mantenerlas. A menudo somos criticados tanto fuera como dentro de la Iglesia, por los mismos episcopales, por quienes no están a favor de gastar recursos en lo que algunos considerarían extravagancias. Incluso existe un argumento válido de que este dinero podría más bien ser invertido en obras de caridad para los pobres, algo que algunos creen sería más agradable a Dios. Sin embargo, el profeta Natán confirma la reflexión del rey David de que es justo que Dios también tenga una casa permanente bella, digna de su grandeza y fidelidad a su pueblo.

Si bien debiéramos evitar el uso desmedido de nuestros recursos financieros en nuestros edificios eclesiásticos en perjuicio de nuestras obras de caridad (en Santiago 2:14-26 se menciona que la fe sin obras es una cosa muerta), no consideremos nuestros lugares de culto como cargas financieras innecesarias o que Dios mismo reprobaría tales lugares. Recordemos más bien con confianza la afirmación del profeta Natán al fiel rey David: Haz todo lo que te has propuesto; porque cuentas con el apoyo del SEÑOR”

  • ¿Qué opina sobre los recursos financieros que se gastan en los edificios de la iglesia
  • ¿Cree usted que la comunidad de su iglesia está asignando apropiadamente sus recursos entre sus edificios eclesiásticos y sus obras de caridad?
  • ¿Cómo respondería a alguien que critica el hecho de gastar grandes cantidades de dinero en nuestros lugares de culto?

Salmo 89:20-37

A veces, cuando las malas noticias, como escándalos de abusos, amargas divisiones y decadencia, desafían a la Iglesia, podemos llegar a desanimarnos y comenzar a cuestionar nuestra lealtad a la institución y a nuestra fe. Sin embargo, este salmo nos asegura que Dios mismo hará rendir cuentas a aquellos que se apartan de lo que a Él le agrada. También se nos anima a permanecer fieles y a no desanimarnos porque el linaje familiar del rey David, incluido Jesucristo mismo y todos los cristianos por la fe, tienen la seguridad del amor y la fidelidad perdurables de Dios hasta el fin de los tiempos. Por lo tanto, sigamos confiando en el conocimiento de que Dios está siempre con su pueblo fiel, y ofrezcamos este estímulo a nuestros hermanos cristianos.

  • ¿Qué opina acerca de las malas noticias a las que se enfrenta la Iglesia?
  • ¿Lo anima este salmo?
  • ¿Cómo puede animar a sus hermanos cristianos en su fe y compromiso con la Iglesia?

Efesios 2:11-22

Durante esta era de hostilidad e incluso de divisiones dentro de nuestra Comunión Anglicana, el mensaje de unidad de San Pablo a los cristianos divididos en Éfeso es una gran fuente de reflexión y aliento para nuestra propia generación. Él nos recuerda que aunque seamos diferentes unos de otros, todos estamos unidos por la fe en Jesucristo que destruye las divisiones entre nosotros y nos trae paz. Aunque haya una gran diversidad de creencias y prácticas entre nosotros, nos guste o no, solo hay un Cuerpo de Cristo del cual todos formamos parte. Por lo tanto, nunca debemos perder de vista nuestra unidad en Cristo, puesto que en Él somos hermanos y hermanas sin que nadie sea superior o inferior al otro. No debemos permitir que esta visión de paz y reconciliación con Dios y entre nosotros se vea ensombrecida por las cosas que nos dividen. Seamos verdaderamente las moradas de Dios que estamos destinados a ser.

  • ¿Qué opinas acerca de la diversidad en la Iglesia?
  • ¿Qué podemos hacer en nuestra vida diaria para expresar nuestra unidad en Cristo?
  • ¿Qué podemos hacer para alentar la paz y la reconciliación dentro de nuestras comunidades eclesiales locales y dentro de la Comunión Anglicana en general?

Marcos 6:30-34, 53-56

En esta escena de necesidades acuciantes del pueblo, Jesús muestra claramente su humanidad al comprender que sus discípulos han estado tan dedicados a sus ministerios que se han agotado y necesitan dedicar tiempo para sí mismos. Aunque es posible que no quieran irse porque saben que todavía hay mucho por hacer, Jesús los motiva a reconocer sus limitaciones humanas. Él seguramente sabe que si sus discípulos llegan al punto del agotamiento, ya no podrán continuar con sus ministerios y serle útil a alguien. Deben tomar un descanso.

Aunque Jesús también debe haber estado cansado, reconociendo la gran hambre espiritual entre la gente y la necesidad de un guía que todavía no se ha cumplido, Él sigue adelante y comparte con ellos muchas cosas que traen sanación y plenitud a sus vidas. Al igual que los tiempos de Jesús, sigue habiendo una sociedad hambrienta de valores intemporales y de la espiritualidad que Jesús trajo consigo a través de su vida y ministerio. Como episcopales dentro de la Comunión Anglicana, esto debería recordarnos la Segunda Marca de la  Misión: “Enseñar, bautizar y nutrir a los nuevos creyentes.” Como seguidores de Jesús, estamos llamados a continuar su misión en nuestra época y lugar, aportando la misma sanación y plenitud que Él trajo a la gente de su propia generación.

  • ¿Cómo podemos fomentar una cultura dentro de nuestra iglesia que valore la necesidad de descanso para promover una mayor productividad en nuestros ministerios?
  • ¿De qué manera la vida y el ministerio de Jesús han traído sanación y plenitud a su propia vida y a la vida de aquellos que lo rodean?
  • ¿Cómo podemos prepararnos mejor para cumplir con la Segunda Marca de la Misión?

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Contacto:
Rvdo. Richard Acosta R., Th.D.

Editor, Sermones que Iluminan

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