Calendario Litúrgico

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La confesión de san Pedro apóstol

La Colecta:

Padre todopoderoso, que inspiraste a Simón Pedro, el primero entre los apóstoles, a confesar a Jesús como Mesías e Hijo del Dios vivo: Mantén a tu Iglesia firme sobre la roca de esta fe, para que, en paz y unidad, proclamemos la única verdad y sigamos al único Señor, nuestro Salvador Jesucristo; que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre.  Amén.

Primera Lectura: Hechos 4: 8-13

8 Pedro, lleno del Espíritu Santo, les contestó: —Jefes del pueblo y ancianos: 9 ustedes nos preguntan acerca del bien hecho a un enfermo, para saber de qué manera ha sido sanado. 10 Pues bien, declaramos ante ustedes y ante todo el pueblo de Israel que este hombre que está aquí, delante de todos, ha sido sanado en el nombre de Jesucristo de Nazaret, el mismo a quien ustedes crucificaron y a quien Dios resucitó. 11 Este Jesús es la piedra que ustedes los constructores despreciaron, pero que se ha convertido en la piedra principal. 12 En ningún otro hay salvación, porque en todo el mundo Dios no nos ha dado otra persona por la cual podamos salvarnos.

13 Cuando las autoridades vieron la valentía con que hablaban Pedro y Juan, y se dieron cuenta de que eran hombres sin estudios ni cultura, se quedaron sorprendidos, y reconocieron que eran discípulos de Jesús.

Salmo: 23

1     El Señor es mi pastor; *
           nada me faltará.
2     En verdes pastos me hace yacer; *
           me conduce hacia aguas tranquilas.
3     Aviva mi alma *
           y me guía por sendas seguras por amor de su Nombre.
4     Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno; *
           porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento.
5     Aderezarás mesa delante de mi en presencia de mis angustiadores; *
           unges mi cabeza con óleo; mi copa está rebosando.
6     Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, *
           y en la casa del Señor moraré por largos días.

Segunda Lectura: 1 Pedro 5:1-4

1 Quiero aconsejar ahora a los ancianos de las congregaciones de ustedes, yo que soy anciano como ellos y testigo de los sufrimientos de Cristo, y que también voy a tener parte en la gloria que ha de manifestarse. 2 Cuiden de las ovejas de Dios que han sido puestas a su cargo; háganlo de buena voluntad, como Dios quiere, y no forzadamente ni por ambición de dinero, sino de buena gana. 3 Compórtense no como si ustedes fueran los dueños de los que están a su cuidado, sino procurando ser un ejemplo para ellos. 4 Así, cuando aparezca el Pastor principal, ustedes recibirán la corona de la gloria, una corona que jamás se marchitará. 

El Evangelio: Mateo 16:13-19

13 Cuando Jesús llegó a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos: —¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?

14 Ellos contestaron: —Algunos dicen que Juan el Bautista; otros dicen que Elías, y otros dicen que Jeremías o algún otro profeta.

15 —Y ustedes, ¿quién dicen que soy? —les preguntó.

16 Simón Pedro le respondió: —Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente.

17 Entonces Jesús le dijo: —Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás, porque esto no lo conociste por medios humanos, sino porque te lo reveló mi Padre que está en el cielo. 18 Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra voy a construir mi iglesia; y ni siquiera el poder de la muerte podrá vencerla. 19 Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que tú ates aquí en la tierra, también quedará atado en el cielo, y lo que tú desates aquí en la tierra, también quedará desatado en el cielo. 

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Calendario Litúrgico

Las lecturas del Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento y los Evangelios provienen de la Biblia Nueva Versión Estándar Revisada: Edición Anglicana, copyright 1989, 1995, División de Educación Cristiana del Consejo Nacional de las Iglesias de Cristo en los Estados Unidos de América. Usado con permiso. Todos los derechos reservados.

Las Colectas, Salmos y Cánticos son del Libro de Oración Común, 1979.

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