Calendario Litúrgico

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Quinto Domingo después de Pentecostés

Propio 10

La Colecta:

Oh Señor, atiende, en tu bondad, las súplicas de tu pueblo que clama a ti, y concede que podamos percibir y comprender lo que debemos hacer, y tengamos también la gracia y el poder para cumplirlo fielmente; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.

Antiguo Testamento: Amós 7:7-17

7 El Señor me mostró también esto: Estaba él junto a un muro, y tenía en la mano una plomada de albañil. 8 Y me preguntó: —¿Qué ves, Amós? 

—Una plomada de albañil —respondí. 

Entonces me dijo: —Pues con esta plomada de albañil voy a ver cómo es de recta la conducta de mi pueblo Israel. No le voy a perdonar ni una vez más. 9 Los santuarios de Isaac serán destruidos, y los templos de Israel quedarán en ruinas. ¡Alzaré la espada contra la familia de Jeroboam! 

10 Amasías, sacerdote de Betel, mandó decir a Jeroboam, rey de Israel: «Amós anda entre la gente de Israel, conspirando contra Su Majestad. El país ya no puede soportar que siga hablando. 11 Porque anda por ahí diciendo: “Jeroboam morirá a filo de espada, y todo el pueblo de Israel será llevado al destierro.”» 

12 Luego, Amasías le ordenó a Amós: —¡Largo de aquí, profeta! Si quieres ganarte la vida profetizando, vete a Judá; 13 pero no profetices más en Betel, porque es santuario del rey y templo principal del reino. 

14 Pero Amós le contestó: —Yo no soy profeta, ni pretendo serlo. Me gano la vida cuidando ovejas y recogiendo higos silvestres, 15 pero el Señor me quitó de andar cuidando ovejas, y me dijo: “Ve y habla en mi nombre a mi pueblo Israel.” 16 Por lo tanto, oye la palabra del Señor. Esto es lo que tú dices: “No hables nada en nombre de Dios contra Israel, ni digas nada contra los descendientes de Isaac.” 17 Pero esto es lo que dice el Señor: “Tu mujer se prostituirá en plena ciudad, y tus hijos e hijas morirán a filo de espada; tus tierras serán repartidas en sorteo; tú mismo morirás en tierra de paganos, y los israelitas serán llevados cautivos, lejos de su tierra.”

Salmo: 82

1     Dios preside en la asamblea divina; *
           en medio de los dioses juzga.
2     “¿Hasta cuándo juzgarán injustamente, *
           y mostrarán parcialidad a los malvados?
3     Defiendan al desvalido y al huérfano; *
           vindiquen al afligido y al menesteroso.
4     Rescaten a los débiles y a los pobres; *
           de mano de los malvados líbrenlos.
5     Ellos no saben, no entienden, caminan a oscuras; *
           tiemblan todos los cimientos de la tierra.
6     He dicho que ustedes son dioses, *
           y todos hijos del Altísimo.
7     Sin embargo, morirán como mortales, *
           y caerán como cualquier príncipe”.
8     Levántate, oh Dios, y reina en la tierra; *
           entra en posesión de todas las naciones.

Antiguo Testamento: Deuteronomio 30:9-14

9 Moisés dijo a los israelitas: «Entonces el Señor les hará prosperar en todo lo que hagan, y en hijos, en crías de ganado y en cosechas; sí, el Señor su Dios volverá a complacerse en hacerles bien, como antes se complacía en hacerlo a los antepasados de ustedes, 10 si es que obedecen al Señor su Dios y cumplen sus mandamientos y leyes escritos en este libro de la ley, y se vuelven a él con todo su corazón y con toda su alma. 

11 »Este mandamiento que hoy les doy no es demasiado difícil para ustedes, ni está fuera de su alcance. 12 No está en el cielo, para que se diga: “¿Quién puede subir al cielo por nosotros, para que nos lo traiga y nos lo dé a conocer, y lo pongamos en práctica?” 13 Tampoco está del otro lado del mar, para que se diga: “¿Quién cruzará el mar por nosotros, para que nos lo traiga y nos lo dé a conocer, y lo pongamos en práctica?” 14 Al contrario, el mandamiento está muy cerca de ustedes; está en sus labios y en su pensamiento, para que puedan cumplirlo.» 

Salmo: 25:1-9

1     A ti, oh Señor, levanto mi alma; Dios mío, en ti confío; *
           no sea yo humillado, no triunfen mis enemigos sobre mí.
2     Ciertamente ninguno de cuantos en ti esperan será avergonzado; *
           serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
3     Muéstrame, oh Señor, tus caminos; *
           enséñame tus sendas.
4     Encamíname en tu verdad, y enséñame; *
           porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti he esperado todo el día.
5     Acuérdate, oh Señor, de tus piedades y de tus misericordias, *
           porque son perpetuas.
6     De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; *
           conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por tu bondad, oh Señor.
7     Bueno y recto es el Señor; *
           por tanto, enseña a los pecadores el camino.
8     Encamina a los humildes por el juicio, *
           y enseña a los mansos su carrera.
9     Todas las sendas del Señor son amor y fidelidad, *
           para los que guardan su pacto y sus testimonios.

Nuevo Testamento: Colosenses 1:1-14

1 Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, junto con el hermano Timoteo, 2 saluda a los del pueblo santo que están en Colosas, fieles hermanos en Cristo. Que Dios nuestro Padre derrame su gracia y su paz sobre ustedes. 

3 Siempre que oramos por ustedes damos gracias a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. 4 Pues hemos recibido noticias de su fe en Cristo Jesús y del amor que tienen a todo el pueblo santo, 5 animados por la esperanza de lo que a ustedes se les ha reservado en el cielo. De esto ya oyeron hablar al escuchar el mensaje de la verdad contenido en el evangelio 6 que llegó hasta ustedes. Este mensaje está creciendo y dando fruto en todas partes del mundo, igual que ha sucedido entre ustedes desde que oyeron hablar de la bondad de Dios y reconocieron su verdad. 7 Esto les enseñó nuestro querido Epafras, quien ha trabajado con nosotros y en quien ustedes tienen un fiel servidor de Cristo. 8 Él nos ha traído noticias de ustedes y del amor que el Espíritu les inspira. 

9 Por esto nosotros, desde el día que lo supimos, no hemos dejado de orar por ustedes y de pedir a Dios que los haga conocer plenamente su voluntad y les dé toda clase de sabiduría y entendimiento espiritual. 10 Así podrán portarse como deben hacerlo los que son del Señor, haciendo siempre lo que a él le agrada, dando frutos de toda clase de buenas obras y creciendo en el conocimiento de Dios. 11 Pedimos que él, con su glorioso poder, los haga fuertes; así podrán ustedes soportarlo todo con mucha fortaleza y paciencia, y con alegría 12 darán gracias al Padre, que los ha capacitado a ustedes para recibir en la luz la parte de la herencia que él dará al pueblo santo. 13 Dios nos libró del poder de las tinieblas y nos llevó al reino de su amado Hijo, 14 por quien tenemos la liberación y el perdón de los pecados.

El Evangelio: Lucas 10:25-37

25 Un maestro de la ley fue a hablar con Jesús, y para ponerlo a prueba le preguntó: —Maestro, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna? 

26 Jesús le contestó: —¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué es lo que lees? 

27 El maestro de la ley contestó: —“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente”; y, “ama a tu prójimo como a ti mismo.” 

28 Jesús le dijo: —Has contestado bien. Si haces eso, tendrás la vida. 

29 Pero el maestro de la ley, queriendo justificar su pregunta, dijo a Jesús: —¿Y quién es mi prójimo? 

30 Jesús entonces le contestó: —Un hombre iba por el camino de Jerusalén a Jericó, y unos bandidos lo asaltaron y le quitaron hasta la ropa; lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto. 31 Por casualidad, un sacerdote pasaba por el mismo camino; pero al verlo, dio un rodeo y siguió adelante. 32 También un levita llegó a aquel lugar, y cuando lo vio, dio un rodeo y siguió adelante. 33 Pero un hombre de Samaria que viajaba por el mismo camino, al verlo, sintió compasión. 34 Se acercó a él, le curó las heridas con aceite y vino, y le puso vendas. Luego lo subió en su propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó. 35 Al día siguiente, el samaritano sacó el equivalente al salario de dos días, se lo dio al dueño del alojamiento y le dijo: “Cuide a este hombre, y si gasta usted algo más, yo se lo pagaré cuando vuelva.” 36 Pues bien, ¿cuál de esos tres te parece que se hizo prójimo del hombre asaltado por los bandidos? 

37 El maestro de la ley contestó: —El que tuvo compasión de él. 

Jesús le dijo: —Pues ve y haz tú lo mismo.

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Las lecturas del Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento y los Evangelios provienen de la Biblia Nueva Versión Estándar Revisada: Edición Anglicana, copyright 1989, 1995, División de Educación Cristiana del Consejo Nacional de las Iglesias de Cristo en los Estados Unidos de América. Usado con permiso. Todos los derechos reservados.

Las Colectas, Salmos y Cánticos son del Libro de Oración Común, 1979.

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