Calendario Litúrgico

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Tercer Domingo después de Pentecostés

Propio 5

La Colecta:

Oh Dios, de quien procede todo lo bueno: Concede, por tu inspiración, que pensemos lo justo y, guiados por ti, podamos hacerlo; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amen.

El Antiguo Testamento: 1 Samuel 8:4-11, (12-15), 16-20, (11:14-15)

Se reunieron todos los ancianos de Israel y fueron a entrevistarse con Samuel en Ramá, para decirle: «Tú ya eres un anciano, y tus hijos no se portan como tú; por lo tanto, nombra un rey que nos gobierne, como es costumbre en todas las naciones.» 

Samuel, disgustado porque le pedían que nombrara un rey para que los gobernara, se dirigió en oración al Señor; pero el Señor le respondió: «Atiende cualquier petición que el pueblo te haga, pues no es a ti a quien rechazan, sino a mí, para que yo no reine sobre ellos. Desde el día en que los saqué de Egipto, hasta el presente, han hecho conmigo lo mismo que ahora te hacen a ti, pues me han abandonado para rendir culto a otros dioses. Así pues, atiende su petición; pero antes adviérteles seriamente de todos los privilegios que sobre ellos tendrá el rey que los gobierne.» 

10 Entonces Samuel comunicó la respuesta del Señor al pueblo que le pedía un rey. 11 Les dijo: —Esto es lo que les espera con el rey que los va a gobernar: Llamará a filas a los hijos de ustedes, y a unos los destinará a los carros de combate, a otros a la caballería y a otros a su guardia personal. 

12 [A unos los nombrará jefes de mil soldados, y a otros jefes de cincuenta. A algunos de ustedes los pondrá a arar sus tierras y recoger sus cosechas, o a fabricar sus armas y el material de sus carros de combate. 13 Y tomará también a su servicio a las hijas de ustedes, para que sean sus perfumistas, cocineras y panaderas. 14 Se apoderará de las mejores tierras y de los mejores viñedos y olivares de ustedes, y los entregará a sus funcionarios. 15 Les quitará la décima parte de sus cereales y viñedos, y la entregará a los funcionarios y oficiales de su corte.] 

16 También les quitará a ustedes sus criados y criadas, y sus mejores bueyes y asnos, y los hará trabajar para él. 17 Se apropiará, además, de la décima parte de sus rebaños, y hasta ustedes mismos tendrán que servirle. 18 Y el día en que se quejen por causa del rey que hayan escogido, el Señor no les hará caso. 

19 Pero el pueblo, sin tomar en cuenta la advertencia de Samuel, respondió: —No importa. Queremos tener rey, 20 para ser como las otras naciones, y para que reine sobre nosotros y nos gobierne y dirija en la guerra.

14 [Y Samuel dijo a todos: —Vayamos a Guilgal para iniciar allí el reinado. 

15 Por lo tanto todo el pueblo se dirigió a Guilgal, y allí, en presencia del Señor, proclamaron rey a Saúl. Luego ofrecieron al Señor sacrificios de reconciliación, y Saúl y todos los israelitas se llenaron de alegría.]

Psalm: 138

1     Te daré gracias, oh Señor, de todo corazón; *
           delante de los dioses cantaré tus alabanzas.
2     Me postraré hacia tu santo templo, y alabaré tu Nombre, *
           por tu amor y tu fidelidad;
3     Porque has glorificado tu Nombre, *
           y tu palabra por encima de todo.
4     Cuando te invoqué, me respondiste, *
           fortaleciste mi alma con vigor.
5     Te alabarán, oh Señor, todos los reyes de la tierra, *
           al escuchar las palabras de tu boca.
6     Cantarán de los caminos del Señor: *
           “¡Cuán grande la gloria del Señor!”
7     Aunque excelso es el Señor, cuida del humilde, *
           y al altivo percibe de lejos.
8     Aunque camine entre peligros, tú me guardas seguro; *
           contra la ira de mis enemigos extiendes tu mano, y tu diestra me salvará.
9     El Señor cumplirá en mí su propósito; *
           tu misericordia, oh Señor, es para siempre;
           no desampares la obra de tus manos.

El Antiguo Testamento: Génesis 3:8-15

El hombre y su mujer escucharon que Dios el Señor andaba por el jardín a la hora en que sopla el viento de la tarde, y corrieron a esconderse de él entre los árboles del jardín. Pero Dios el Señor llamó al hombre y le preguntó: —¿Dónde estás? 

10 El hombre contestó: —Escuché que andabas por el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo; por eso me escondí. 

11 Entonces Dios le preguntó: —¿Y quién te ha dicho que estás desnudo? ¿Acaso has comido del fruto del árbol del que te dije que no comieras? 

12 El hombre contestó: —La mujer que me diste por compañera me dio de ese fruto, y yo lo comí. 

13 Entonces Dios el Señor le preguntó a la mujer: —¿Por qué lo hiciste? 

Y ella respondió: —La serpiente me engañó, y por eso comí del fruto.

14 Entonces Dios el Señor dijo a la serpiente: —Por esto que has hecho, maldita serás entre todos los demás animales. De hoy en adelante caminarás arrastrándote y comerás tierra. 15 Haré que tú y la mujer sean enemigas, lo mismo que tu descendencia y su descendencia. Su descendencia te aplastará la cabeza, y tú le morderás el talón.     

Salmo: 130

1     De lo profundo, oh Señor, a ti clamo; Señor, escucha mi voz; *
           estén atentos tus oídos a la voz de mi súplica.
2     Si tú, oh Señor, notares los delitos, *
           ¿quién, oh Señor, podrá mantenerse?
3     Mas en ti hay perdón, *
           por tanto serás venerado.
4     Aguardo al Señor; le aguarda mi alma; *
           en su palabra está mi esperanza.
5     Mi alma aguarda al Señor, más que los centinelas a la aurora, *
           más que los centinelas a la aurora.
6     Oh Israel, aguarda al Señor, *
           porque en el Señor hay misericordia;
7     Con él hay abundante redención, *
           y él redimirá a Israel de todos sus pecados.

El Nuevo Testamento: 2 Corintios 4:13-5:1

13 La Escritura dice: 

«Tuve fe, y por eso hablé.» 

De igual manera, nosotros, con esa misma actitud de fe, creemos y también hablamos. 14 Porque sabemos que Dios, que resucitó de la muerte al Señor Jesús, también nos resucitará a nosotros con él, y junto con ustedes nos llevará a su presencia. 15 Todo esto ha sucedido para bien de ustedes, para que, recibiendo muchos la gracia de Dios, muchos sean también los que le den gracias, para la gloria de Dios. 

16 Por eso no nos desanimamos. Pues aunque por fuera nos vamos deteriorando, por dentro nos renovamos día a día. 17 Lo que sufrimos en esta vida es cosa ligera, que pronto pasa; pero nos trae como resultado una gloria eterna mucho más grande y abundante. 18 Porque no nos fijamos en lo que se ve, sino en lo que no se ve, ya que las cosas que se ven son pasajeras, pero las que no se ven son eternas.

Nosotros somos como una casa terrenal, como una tienda de campaña no permanente; pero sabemos que si esta tienda se destruye, Dios nos tiene preparada en el cielo una casa eterna, que no ha sido hecha por manos humanas.     

El Evangelio: Marcos 3:20-35

20 Entró Jesús en una casa, y otra vez se juntó tanta gente, que ni siquiera podían comer él y sus discípulos. 21 Cuando lo supieron los parientes de Jesús, fueron a llevárselo, pues decían que se había vuelto loco. 

22 También los maestros de la ley que habían llegado de Jerusalén decían: «Beelzebú, el propio jefe de los demonios, es quien le ha dado a este hombre el poder de expulsarlos.» 

23 Jesús los llamó, y les puso un ejemplo, diciendo: «¿Cómo puede Satanás expulsar al propio Satanás? 24 Un país dividido en bandos enemigos, no puede mantenerse; 25 y una familia dividida, no puede mantenerse. 26 Así también, si Satanás se divide y se levanta contra sí mismo, no podrá mantenerse; habrá llegado su fin.

27 »Nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y robarle sus cosas, si no lo ata primero; solamente así podrá robárselas. 

28 »Les aseguro que Dios dará su perdón a los hombres por todos los pecados y todo lo malo que digan: 29 pero el que ofenda con sus palabras al Espíritu Santo, nunca tendrá perdón, sino que será culpable para siempre.» 

30 Esto lo dijo Jesús porque ellos afirmaban que tenía un espíritu impuro. 

31 Entre tanto llegaron la madre y los hermanos de Jesús, pero se quedaron afuera y mandaron llamarlo. 32 La gente que estaba sentada alrededor de Jesús le dijo: —Tu madre, tus hermanos y tus hermanas están afuera, y te buscan. 

33 Él les contestó: —¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?

34 Luego, mirando a los que estaban sentados a su alrededor, añadió: —Éstos son mi madre y mis hermanos. 35 Pues cualquiera que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.

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Calendario Litúrgico

Las lecturas del Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento y los Evangelios provienen de la Biblia Nueva Versión Estándar Revisada: Edición Anglicana, copyright 1989, 1995, División de Educación Cristiana del Consejo Nacional de las Iglesias de Cristo en los Estados Unidos de América. Usado con permiso. Todos los derechos reservados.

Las Colectas, Salmos y Cánticos son del Libro de Oración Común, 1979.

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