As we discover the Way of Love and the practices through which we can follow Jesus more closely, we realize that Jesus did not stay in one place very often.

The pursuit of Jesus can often mean moving out of our circles of comfort and going to other places – geographically, culturally, economically, spiritually. Because if there is one thing Jesus did, it is that he went – out of his home, out of his town, out of his community – to engage with other cultures and people, to listen and dignify their stories, no matter their culture or station in life.

Jesus was a listener and witness to outcasts and sinners, drinkers and tax collectors, strangers and foreigners, the rich and the poor. He uplifted women who were considered unequal to men. He dignified people of other faiths or no faith at all, and showed them the values of the Kingdom of God, through his teaching, through his healing, through his listening, and through his meeting them where they were and putting love into action.

The Scriptures teach us that it is also our mission to go out into the world. As the writer of John’s Gospel quotes Jesus, “As the Father has sent me, so I send you.” And as the first letter of John tells us, “Little children, let us love, not in word or speech, but in truth and action.”

Are you ready to make the commitment to go beyond your boundaries? To listen and talk, to love and serve, to use your gifts in the struggle for dignity and justice for your neighbor and for people who are outside your comfort zone?

Are you ready to challenge yourself to forge new friendships, open yourself up to new perspectives, and build bridges where once there were walls?

The Way of Love challenges us to Go.

As the writer of Hebrews tells us: “Do not neglect to do good and to share what you have, for such sacrifices are pleasing to God.” We are called to give freely of our resources, our stories and experiences, our time and our attention. And we are called to invite others into this Way of Love. We bless ourselves in the process.

Learn more about the Way of Love at episcopalchurch.org/wayoflove. You can find suggestions on getting started and going deeper with Going at iam.ec/explore.

Explore el Camino del Amor: Ir

Mientras descubrimos el Camino del Amor, y las prácticas a través de las cuales podemos seguir a Jesús más de cerca, nos damos cuenta de que Jesús no permaneció en un solo lugar muy a menudo.

La búsqueda de Jesús con frecuencia puede significar salir de nuestros círculos de confort e ir a otros lugares, geográfica, cultural, económica y espiritualmente. Porque si hay una cosa que Jesús hizo es que el salió: de su hogar, de su pueblo, de su comunidad. Salió a participar con otras culturas y personas, a escuchar y dignificar sus relatos, sin importarle cuál era su cultura o su posición en la vida.

Jesús fue un escucha y testigo de marginados y pecadores, de bebedores y cobradores de impuestos, de forasteros y extranjeros, de ricos y pobres. Él realzó a las mujeres que eran consideradas desiguales a los hombres. Dignificó a personas de otras fes o carentes de fe en absoluto y les mostró los valores del Reino de Dios a través de su enseñanza, a través de sus curaciones, a través de su escucha y a través de su reunión con ellos, en la que ellos eran y ponían el amor en acción.

Las Escrituras nos enseñan que también es nuestra misión salir al mundo. Tal como el autor del evangelio de San Juan cita a Jesús “Como el Padre me ha enviado, así les envío”. Y como nos dice la primera carta de Juan: “Hijitos, no amemos de palabras ni de labios, sino con hechos y de verdad”.

¿Estás dispuesto a hacer el compromiso de salir fuera de tus fronteras a escuchar y a hablar, a amar y servir, a usar tus dones en la lucha por la dignidad y la justicia para tu prójimo y para las personas que están fuera de tu zona de confort? ¿Estás dispuesto a asumir el reto de forjar nuevas amistades, de abrirte a nuevas perspectivas y de tender puentes donde una vez hubiera muros?

El Camino del Amor nos desafía a ir.

Tal como nos dice el autor de Hebreos: “No se olviden del bien y de compartir con otros lo que tienen, porque ésos son los sacrificios que agradan a Dios”. Somos llamados a dar generosamente de nuestros recursos, de nuestras historias y experiencias, de nuestro tiempo y de nuestra atención. Y somos llamados a invitar a otros a este Camino del Amor. Nosotros mismos resultamos bendecidos en el proceso.

Aprenda más sobre el Camino del Amor aquí: episcopalchurch.org/wayoflove. Empieza o profundiza con el compañero Manual de práctica para ORAR: iam.ec/exploresp.