The Office of Public Affairs

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World AIDS Day 2016

December 1, 2016
Office of Public Affairs

The Most Rev. Michael B. Curry, Presiding Bishop and Primate of the Episcopal Church, and the Rev. Elizabeth A. Eaton, Presiding Bishop of the Evangelical Lutheran Church in America (ELCA), have issued the following joint statement on 2016 World AIDS Day.

World AIDS Day Statement

December 1:

As we prepare to celebrate the birth of Jesus, we are reminded of the promise of life that was given to us, unconditionally. Scriptures teach us that God’s gift of life extends to all of us, no matter our circumstances. In the words of Apostle Paul, “So let us not grow weary in doing what is right, for we will reap at harvest-time, if we do not give up. So then, whenever we have an opportunity, let us work for the good of all…” (Galatians 6:9-10).

For many years, Lutherans, Episcopalians and other communities of faith have been engaged in efforts to provide care, treatment, prevention services, and have supported initiatives that fight stigma and discrimination towards those living with HIV.  We mourn the 35 million lives lost to AIDS and, with 36.7 million people still living with HIV worldwide, our churches, our governments, and all other partners need to do more. We encourage Lutherans and Episcopalians near and far to stand in solidarity with all persons living with HIV, and to continue the difficult work of building an AIDS-free generation. We recommit ourselves to a future free of this pandemic.

A challenge of this magnitude requires all our efforts. Inequitable access to the life-saving medications, healthy diet and other vital determinants for breaking the hold of this epidemic, continue to disproportionately impact persons of color. A significant piece of this work is to ensure that antiretroviral medications are available to everyone who needs it. Currently, less than half of people affected by HIV have access to these lifesaving medications.  Studies have shown that when a person who is HIV+ takes antiretroviral medications continuously and correctly, their viral load can be suppressed to the point where they are no longer infectious. In other words, treatment is prevention. And so, we must expand our efforts in this area.

We are called as people of faith actively to eliminate stigma and discrimination within our own faith communities and especially that which affects marginalized vulnerable and key populations (lesbian, gay, bisexual, transgender and intersex people, sex workers, people who inject drugs, prisoners, migrants, women and girls).  We must be steadfast in our defense of the dignity and human rights of all people living with HIV.

As part of the sustainable development goals, which the United Nations adopted in September of 2015, the international community has committed to end the AIDS epidemic by the year 2030. Further commitments were made in June of this year when 192 countries meeting at the United Nations declared they will accelerate and scale up responses to HIV and AIDS to meet the goal of ending the epidemic by 2030.  A critical pathway to this goal is the 90-90-90 strategy, which aims to ensure that by year 2020, 90% of those living with HIV will receive a diagnosis, 90% of persons living with HIV will receive antiretroviral medication, and 90% of those receiving antiretroviral will have their viral load suppressed.

Lack of funding for HIV and AIDS programs remains a challenge. The goal of ending the AIDS epidemic by 2030 will not be achieved if donor countries fail to address this funding gap. We call upon President-elect Donald Trump to make a public commitment to the global fight against HIV. We urge the new Administration and Congress to increase funding for PEPFAR; the Global Fund to fight AIDS, Tuberculosis and Malaria; and domestic programs that provide preventive and treatment services in the United States. 

The Most Rev. Michael B. Curry

Presiding Bishop and Primate

The Episcopal Church

The Rev. Elizabeth A. Eaton

Presiding Bishop

Evangelical Lutheran Church in America

El Día Mundial del SIDA 2016

El Obispo Presidente de la Iglesia Episcopal, Curry, La Obispa Presidente de ELCA, Eaton, emiten una declaración conjunta

December 1, 2016

El Revdmo. Michael B. Curry, Obispo Presidente y Primado de la Iglesia Episcopal, y la Revda. Elizabeth A. Eaton, Obispa Presidente de la Iglesia Evangélica Luterana en América (ELCA), han emitido la siguiente declaración conjunta sobre el Día Mundial del SIDA 2016.

Declaración del Día Mundial del SIDA
1 de diciembre:

A medida que nos preparamos para celebrar el nacimiento de Jesús, se nos recuerda la promesa de vida que nos fue dada incondicionalmente. Las Escrituras nos enseñan que el don de Dios de la vida se extiende a todos nosotros, sin importar nuestras circunstancias. En palabras del Apóstol Pablo: “No nos cansemos de hacer el bien, que a su debido tiempo cosecharemos sin fatiga, si no nos damos por vencidos. Por tanto, mientras tengamos ocasión, hagamos el bien a todos…” (Gálatas 6: 9-10).

Durante muchos años, luteranos, episcopales y otras comunidades de fe se han dedicado a proporcionar atención, tratamiento, servicios de prevención y han apoyado las iniciativas que combaten el estigma y la discriminación hacia los que viven con el VIH. Lamentamos los 35 millones de vidas perdidas por el SIDA y, con 36.7 millones de personas que aún viven con el VIH en todo el mundo, nuestras iglesias, nuestros gobiernos y todos los demás socios necesitan hacer más. Animamos a luteranos y a episcopales que están por todo el mundo a solidarizarse con todas las personas que viven con el VIH y a continuar la difícil tarea de construir una generación libre del SIDA. De nuevo nos comprometemos a un futuro libre de esta pandemia.

Un reto de esta magnitud necesita todos nuestros esfuerzos. El acceso desigual a los medicamentos que salvan vidas, la dieta saludable y otros determinantes vitales para romper el control de esta epidemia, siguen afectando desproporcionadamente a las personas de color. Una parte importante de este trabajo es asegurar que los medicamentos antirretrovirales estén disponibles para todos los que los necesiten. Actualmente, menos de la mitad de las personas afectadas por el VIH tienen acceso a estos medicamentos que salvan vidas. Los estudios han demostrado que cuando una persona que es VIH + toma medicamentos antirretrovirales continua y correctamente, su carga viral puede ser suprimida hasta el punto de que ya no sea infecciosa. En otras palabras, el tratamiento es prevención. Y así, debemos ampliar nuestros esfuerzos en esta área.
 

Como personas de fe se nos pide que activamente eliminemos el estigma y la discriminación dentro de nuestras propias comunidades de fe y especialmente lo que afecte a las poblaciones marginadas vulnerables y claves  (lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros e intersexuales, trabajadores sexuales, personas que se inyectan drogas, migrantes, mujeres y niñas). Debemos ser firmes en nuestra defensa de la dignidad y los derechos humanos de todas las personas que viven con el VIH.
 

Como parte de los objetivos de desarrollo sostenible que las Naciones Unidas adoptaron en septiembre del 2015, la comunidad internacional se ha comprometido a poner fin a la epidemia del SIDA para el año 2030. Ulteriores compromisos se hicieron en junio de este año cuando 192 países reunidos en las Naciones Unidas declararon que acelerarían y ampliarían las respuestas al VIH y al SIDA para alcanzar el objetivo de poner fin a la epidemia en el 2030. Un camino crítico para alcanzar este objetivo es la estrategia 90-90-90, que pretende asegurar que para el año 2020, el 90% las personas que viven con el VIH recibirán un diagnóstico, el 90% de las personas que viven con el VIH recibirán medicamentos antirretrovirales y el 90% de los que reciben tratamiento antirretroviral tendrán su carga viral suprimida.

La falta de financiación para los programas del VIH y  del SIDA sigue siendo un reto. El objetivo de poner fin a la epidemia del SIDA antes del 2030 no se alcanzará si los países donantes no logran abordar esta brecha de financiación. Hacemos un llamamiento al Presidente electo Donald Trump para que haga un compromiso público con la lucha mundial contra el VIH. Instamos a la nueva Administración y al Congreso a aumentar los fondos para PEPFAR; el Fondo Mundial de lucha contra el SIDA, la tuberculosis y la malaria; y programas nacionales que proporcionan servicios preventivos y de tratamiento en Estados Unidos.
 

El Revdmo. Michael B. Curry

Obispo Presidente y Primado

Iglesia Episcopal

La Revda. Elizabeth A. Eaton

Obispa Presidente

Iglesia Evangélica Luterana en América