Estudio Bíblico

This page is available in: English

Estudio Bíblico: Cuaresma 4 (A) – 2023

March 19, 2023

LCR: 1 Samuel 16:1-13; Salmo 23; Efesios 5:8-14; Juan 9:1-41

1 Samuel 16:1-13

Esta narración nos sitúa en un momento precario de la historia de los israelitas. Después de mucho acosar, Dios accedió a darle al pueblo un rey y Saúl había sido elevado al cargo. Pero el novicio monarca ya ha defraudado a Dios y Samuel es enviado a buscar a su sucesor. Enviado a Isaí de Belén, siete hijos fornidos desfilan ante Samuel, pero ninguno es elegido por Dios. Es solo cuando Samuel pide que traigan a David, el más joven, de cuidar las ovejas. Y resulta que este niño pequeño es el ungido de Dios, una ocurrencia tardía.

A lo largo de las Escrituras, se nos recuerda la solidaridad de Dios con los débiles y los oprimidos, y este pasaje de 1 Samuel es un ejemplo perfecto de ello. Sea lo que sea en que se haya convertido David (guerrero, rey, tirano), comenzó como un niño pequeño y débil, que no se consideraba digno de la atención del gran profeta Samuel. Esta es la sorpresa de Dios; Dios no “ve como ven los mortales”. Estamos enamorados de los adornos externos de la apariencia —ropa fina, autos caros, etc.— pero Dios “mira al corazón”.

También vale la pena notar las similitudes entre la unción de David y el bautismo de Jesús. “El espíritu del Señor descendió poderosamente sobre David”, tal como “el Espíritu descend[ió] como paloma sobre [Jesús]”.  El título de “Mesías” y su equivalente griego, “Cristo”, significan “ungido”, y los paralelos entre David y Jesús no son una coincidencia.

  • ¿Dónde le ha sorprendido Dios a usted en su vida?
  • ¿Cómo han demostrado ser los ungidos de Dios las personas que quizás haya pasado por alto o subestimado?

Salmo 23

Honestamente, ¿qué hay que decir sobre el Salmo 23 que no se haya dicho? Estas son algunas de las palabras más conocidas de toda la Escritura y han generado innumerables referencias culturales, tanto seculares como religiosas. Mientras meditamos en estas palabras en el contexto de la Cuaresma, el versículo 4, “Aunque ande en valle de sombra de muerte”, tiene una resonancia particular. Las pruebas y tentaciones del desierto son muchas y es fácil pensar que estamos caminando solos por el camino. Pero como nos recuerda este salmo consolador, incluso en las profundidades más oscuras, Dios está a nuestro lado; nuestro pastor nunca nos abandonará.

  • ¿Cómo ha sido Dios su pastor?
  • ¿Hacia qué “sendas correctas” podría estar guiándole Dios?

Efesios 5:8-14

Este pasaje de la carta a los Efesios encaja en un tema más amplio de la carta: el señorío de Dios sobre toda la creación y nuestro deber, como cristianos, de caminar en la luz de Dios. Pablo está preocupado por las fuerzas malévolas de este mundo y la tendencia humana a ser arrastrado a las “tinieblas”, pero asegura a sus lectores que el seguir a Cristo nos mantendrá en la luz.

El peligro de este pasaje es cuán fácilmente los intérpretes pueden reclamar el título de “hijos de la luz” para sí mismos, cuán tentador es juzgar y afirmar que otros están viviendo en “tinieblas”. Esta presunción está atenuada por el versículo 10: “Procurad averiguar qué es lo que agrada al Señor”. La humildad de esta frase es hermosa y sutil. En última instancia, no podemos saber completamente quién es Dios o qué quiere; podemos hacer inferencias educadas basadas en las Escrituras, pero de este lado del velo, Dios sigue siendo un misterio. Así que tratemos de caminar en la luz y esperemos que Dios esté complacido con nuestros esfuerzos.

  • ¿Dónde podría estar la oscuridad en su vida? ¿Y cuál podría ser el llamado de Dios a la luz?
  • ¿Qué es ser un “hijo de la luz” y cómo podría reclamar usted ese título?

Juan 9:1-41

Este pasaje del evangelio de Juan se centra en un tema esencial del evangelista, rico en significado simbólico. A primera vista, la historia es de Jesús sanando a un hombre ciego y sus secuelas confusas, casi tontas. Como lectores, estamos desconcertados por la obstinada negativa de los fariseos a ver claramente lo que ha ocurrido frente a ellos. Incluso cuando el ex ciego da fe del poder sanador de Jesús, no pueden aceptar los hechos de la historia. Ningún número de testigos abrirá los ojos a la realidad de lo que ha ocurrido.

Sin embargo, esta historia es mucho más que un acto de curación. La ceguera y la vista, la oscuridad y la luz, la ignorancia y el entendimiento: todas estas dicotomías están en juego y nos recuerdan la visión general de Juan en este evangelio. Jesús es “la luz del mundo” y a través de Cristo es como llegamos a conocer a Dios.

Sin embargo, es importante recordar que tenemos la ventaja de que la voz narrativa de Juan nos señala la obstinada ceguera de los fariseos. Es fácil ver que Jesús es el Señor con el beneficio de la retrospectiva, y es fácil reírse de los fariseos por perderse lo que era evidente. Pero ¿somos tan diferentes? ¿No somos a veces fariseos también, tan confiados en nuestra cosmovisión que fallamos en ver lo que es evidente para otra persona?

  • ¿En qué parte de su vida podría estar ciego a la obra de Dios?

This page is available in: English

¡No olvide suscribirse al podcast Sermons That Work para escuchar este sermón y más en su aplicación de podcasting favorita! Las grabaciones se publican el jueves antes de cada fecha litúrgica.

 
 
 
 
 
 
 
 

Contacto:
Rvdo. Richard Acosta R., Th.D.

Editor, Sermones que Iluminan

Click here

This page is available in: English