Estudio Bíblico

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Estudio Bíblico: Epifanía 4 (C) – 2019

February 03, 2019


Jeremías 1: 4-10

El profeta recibe un llamado del Señor, y su respuesta recuerda la de Moisés cuando Yahvé lo llamó para liberar a Israel. En ambos casos, Dios no sería disuadido, y esencialmente dice que reciben el apoyo de Dios. Cuando cualquiera de nosotros se muda a un trabajo nuevo, un ministerio nuevo, matrimonio nuevo, cierta cantidad de temor es una respuesta humana normal. La promesa de Dios para todos nosotros es la misma: Dios nos conoció antes de que nos formáramos, Dios conoce todos nuestros dones así como nuestros “bordes crecientes” (o debilidades), y en una vida de fe, podemos confiar en las habilidades y capacidades de Dios, incluso, y tal vez especialmente, cuando no podemos confiar en las nuestras. Si somos plenamente competentes para realizar una tarea, no necesitamos confiar en Dios, porque podemos confiar en nuestra propia experiencia y conocimiento. La competencia humana tiende a producir resultados humanos, pero cuando tenemos que apoyarnos en Dios y confiar en que Dios nos ayudará a lograr algo, pueden surgir resultados sobrenaturales. Dios prometió liberación y esa es para nosotros hoy una promesa.

  • ¿Qué harías si estuvieras absolutamente seguro de que no podrías fallar, porque Dios te llamó?
  • ¿Cómo vives en un mundo demasiado pequeño, con una visión demasiado pequeña del reino de Dios, porque dependes únicamente de tus habilidades?
  • ¿Qué sucedería si entregaras tu lista a Dios diciendo “Pero yo también soy … (joven, viejo, pobre, enfermo, tímido, ocupado, introvertido)”

Salmo 71: 1-6

Me lleva una hora llegar al trabajo, y la mayoría de los días uso ese tiempo de viaje para la oración. Hace unos años, cuando conducía al trabajo antes del amanecer, choqué con un parche de hielo negro. La tracción en las cuatro ruedas no proporciona ayuda alguna cuando el camino se convierte en una lámina de vidrio [hielo], y ninguna cantidad de contra-dirección alteró mi trayectoria hacia una barandilla de protección. Antes del impacto, tuve tiempo de preguntarme si dolería el morir, y recé por mis hijas. Ya que estoy escribiendo esto, no morí. De hecho, aunque la camioneta quedó totalmente destrozada, lo único que rompí fue mi taza de café. Lo mismo que el salmista y Jeremías, fui liberado y salvo. Fui sostenido por Dios, como todos lo somos, y siempre lo hemos sido. Esta oración es un recordatorio de la constancia de Dios; las imágenes de roca de refugio y alcázar comunican protección y seguridad. Cuando mi vida parece estar fuera de control, es útil recordar que mi esperanza está en Aquel que ha sido mi fortaleza desde antes de que yo naciera.

  • ¿Puedes notar la presencia de Dios en la trayectoria de tu vida?
  • ¿Eres consciente de un momento en el que has necesitado el refugio y la fortaleza de Dios?

I Corintios 13: 1-13

Los niños se parecen a sus padres, no solo en el color de los ojos y los rasgos faciales, sino también en el comportamiento. ¿Cuántos de nosotros hemos dicho algo a nuestros hijos y oído las palabras de nuestros padres que salen de nuestras bocas? Dios es amor, y como hijos de Dios, así somos nosotros. Pablo está exhortando a la iglesia de Corinto a comportarse como hijos de Dios y a vivir en amor. El poder, el prestigio y las posesiones son todos efímeros, incluso cuando se “espiritualizan” como dones que se estiman en una comunidad de fe. Sin embargo, el amor es eterno, y notar cómo suena cuando sustituyo “amor” con mi nombre en los versículos 4-7, es un barómetro útil para mi vida con los demás. Este es un ejercicio para notar dónde me parezco más a mi Creador y donde todavía tengo oportunidades de crecimiento. Así como los adultos no regañan a un niño que aprende a caminar cuando se cae, esta práctica es un lugar donde la autocompasión es vital. Dios siempre celebra nuestros primeros pasos. Hagamos lo mismo.

  • ¿De qué maneras ves el amor como eterno?
  • ¿Conoces a alguien que encarne más las características del amor? ¿Por qué?

Lucas 4: 21-30

Jesús está en su ciudad natal y acaba de leer un pasaje de Isaías en la sinagoga. Inicialmente, la respuesta fue positiva, y la expectativa de la multitud es que realizaría los mismos milagros en Nazaret que hizo en Cafarnaúm. Sin embargo, Jesús anula sus esperanzas de que él fuera “su” profeta, mostrando un favoritismo particular, cuando señala que ningún profeta es aceptado en su país de origen. Para añadir insulto a la injuria, él menciona a Elías y Eliseo, y los casos en que no sirvieron a Israel, sino a otros. Furiosa, la multitud lo saca de la ciudad para arrojarlo a un precipicio. Esto nos muestra que la opinión pública es inconstante, lo cual es tan evidente en nuestra sociedad actual como lo fue en el primer siglo. En esta historia temprana de su ministerio, se describe que Jesús ha venido por los marginados y los forasteros, en paralelo con las narraciones de Elías y Eliseo, en vez de solo para los favoritos [insiders]. ¿Esto refleja de alguna manera cómo la iglesia ve a Jesús hoy?

  • ¿Alguna vez pensaste que merecías privilegios especiales (como una oración dicha de la forma que deseas) porque eres un cristiano?
  • ¿Quién estaría en la lista de “forasteros” en tu comunidad?

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Contacto:
Rvdo. Richard Acosta R., Th.D.

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