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Estudio Bíblico: Propio 13 (B) – 2024
August 04, 2024
LCR: Éxodo 16:2-4, 9-15; Salmo 78:23-29; Efesios 4:1-16; Marcos 6:24-35
Éxodo 16:2-4, 9-15
La lección de hoy sobre el Antiguo Testamento nos permite comprender mejor nuestra relación con Dios. Dios ha liberado a los israelitas de la esclavitud en Egipto, de una vida de trabajo y opresión constantes. Los israelitas se quejan e imaginan que las cosas eran mejores en el pasado, lo que nos recuerda nuestra tendencia a no apreciar los dones y bendiciones de Dios en nuestras vidas. También nos recuerdan nuestra tendencia a temer que Dios nos abandone de repente.
A pesar de su milagroso rescate, los israelitas empezaron a preguntarse de dónde vendría la próxima comida. Dudan de la fidelidad de Dios. Les preocupa que los haya liberado de la esclavitud sólo para dejarlos morir de hambre en el desierto. Sin embargo, Dios demuestra una y otra vez que es fiel. A pesar de su falta de fe, Dios se apiada de ellos y les da de comer. Les da codornices por la noche y maná, una misteriosa sustancia parecida al pan, por la mañana.
Dios sigue cumpliendo la promesa que hizo a sus antepasados, la promesa de bendecir a este pueblo y bendecir al mundo a través de él. Dios es fiel y les ha proporcionado lo que necesitaban. Al igual que nosotros, los israelitas están creciendo en su fe; deben aprender a confiar en la bondad y la fidelidad de Dios. Cuando no estamos seguros de lo que nos deparará el mañana, esta historia nos recuerda que la fidelidad de Dios es eterna; Dios cumple sus promesas. A pesar de nuestras dudas, Dios no nos abandonará.
- ¿Ha habido momentos en tu vida en los que te has sentido identificado con la preocupación de los israelitas de ser abandonados por Dios?
- Es fácil distraerse con preocupaciones por el mañana. ¿Cuáles son algunas maneras de practicar la gratitud para que podamos mantenernos enfocados en la fidelidad de Dios hacia nosotros?
Salmo 78:23-29
El segmento de hoy del Salmo 78 se refiere directamente al pasaje de hoy del Éxodo. Este segmento del salmo se centra en el poder, la fidelidad y la provisión de Dios. Destaca en particular el versículo 25. Comienza así: «Y los mortales comieron el pan de los ángeles». El término «pan de ángeles» nos recuerda la cualidad sobrenatural del maná. Es como pan, pero no del todo pan, como escarcha, pero no escarcha. Es pan que llueve desde las «puertas del cielo» abiertas, sustento del reino de Dios que entra en nuestro reino terrenal, alimentando al pueblo de Dios.
La segunda mitad del versículo 25 nos dice que «les proveyó de alimento suficiente». Dios satisface sus necesidades de un modo inesperado, un modo que nunca habían imaginado, al arrancar del suelo esta misteriosa sustancia. El alimento físico va acompañado de alimento espiritual, ya que Dios ofrece a los israelitas la oportunidad de aprender a confiar en la fidelidad y la provisión de Dios.
- ¿Se te ocurre alguna ocasión en la que Dios satisfizo una necesidad que tenías de una manera que nunca habías imaginado?
Efesios 4:1-16
El pasaje de la epístola de hoy detalla un tema principal de los libros del Nuevo Testamento, y es la unidad. Dios nos ha llamado a ser uno con nuestros hermanos y hermanas, a unirnos en Cristo como un solo cuerpo, a funcionar como un solo cuerpo. La vida cristiana es a la vez individual y colectiva. Dios da a las personas dones y llamadas individuales para construir la comunidad.
Estamos llamados a la difícil tarea de tratar de encontrar un terreno común con los que son diferentes de nosotros, los que vienen de diferentes culturas y orígenes étnicos, diferentes edades, diferentes clases sociales y diferentes puntos de vista políticos. La Iglesia primitiva tuvo que unirse por encima de las barreras sociales para sobrevivir. A veces, la unidad entre los cristianos puede parecer un objetivo imposible; dar pequeños pasos hacia la reconciliación y el entendimiento puede ayudar a que parezca menos desalentador.
Pablo también llama a los cristianos a crecer en la fe, otro tema importante del Nuevo Testamento, especialmente en las epístolas. Los cristianos están llamados a madurar continuamente en su fe mediante el estudio y el servicio, permitiendo que el Espíritu Santo nos transforme en personas que se parezcan cada día más a Jesús.
- ¿De qué manera crees que tu comunidad eclesial trabaja por la unidad entre los cristianos? En otras palabras, ¿qué tipos de diversidad están presentes en tu comunidad?
- ¿Cómo estás alimentando tu fe cristiana en estos días, o cómo te gustaría crecer en la fe?
Marcos 6:24-35
En la lección del Evangelio de hoy, Jesús enseña que «El que viene a mí nunca tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed.» Jesús enseña que su milagrosa alimentación de la multitud fue un signo físico diseñado para señalar una verdad espiritual más profunda. Esto demuestra que Dios actúa a través del mundo real para llegar a nosotros. Jesús también enseña que el maná, dado por Dios a su pueblo en el desierto, era un signo físico que ofrecía un significado espiritual. Como el maná que llovió del cielo, Jesús ha bajado del cielo; el reino de Dios está irrumpiendo en nuestro propio mundo. Sólo a través de Jesús pueden satisfacerse nuestros anhelos más profundos de sentido, verdad y unidad con Dios.
- La alimentación es un tema que recorre el Antiguo y el Nuevo Testamento. ¿Cómo se relacionan en tu vida la alimentación y la fe? ¿Cómo alimentas a los demás y cómo te alimentan los demás a ti, tanto física como espiritualmente?
- Cuando comulgas, ¿piensas alguna vez en el maná del desierto o en Jesús alimentando a la multitud?
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